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El renacer existencial de Manny Pacquiao

Nacido en Filipinas hace 40 años, Manny Pacquiao sigue sosteniéndose en la élite del boxeo mundial. Pese a las caídas, el campeón del peso welter ha demostrado que su boxeo es fruto de los errores aprendidos.

Fue la noche del 8 de diciembre de 2012 la que citó sobre el cuadrilátero del MGM Grand Arena a Juan Manuel Márquez (54-6 hasta entonces) y a Manny Pacquiao (54-4 hasta entonces) en el combate estelar de Top Rank, que había sido transmitido en un despliegue sin precedentes alrededor del mundo.

El resultado no favoreció a ‘Pac-man’. Pese a que Marquez visitó la lona en el quitno asalto de un combate electrizante, la madera de los últimos 10 segundos del sexto asalto hizo su aparición cuando una derecha poderosa mandó a dormir al filipino. Un golpe de derecha impresionante y cargado de tragedia a simple vista, que otorgaba a Marquez el título de ‘Peleador de la década’ sobre un Pacquiao que se hundía en las tinieblas de la derrota.

Pacquiao yacía inconsciente cuando Marquez levantaba los brazos. El mexicano era el rey en el MGM Grand cuando parecía inminente el fin de la época dorada del púgil filipino.

Sin embargo, en mayo del 2013 Manny pone fin a los rumores y anuncia que volverá a pelear. Había muchas dudas sobre el desempeño deportivo que podía ofrecer Pac-man, pero los aficionados no ocultaron la emoción de saber que el ídolo volvería al encordado.

Pacquiao vs Rios

Los meses pasaron y el rival en turno fue Brandon Ríos. Nacido en Texas era reconocido por ser excampeón orbital de la AMB. La pelea tuvo lugar en Macao. El resultado fue una decisión unánime con tarjetas 120-108, 119-109 y 118-110, todas a su favor. Los números daban crédito a la supremacía del filipino sobre el ring. Aquí demostró un boxeo inspirador, con combinaciones de velocidades alarmantes, rectos por todos lados y una movilidad menoscabante. Esa noche, Pacquiao se ganó el derecho de enfrentar al campeón de la OMB.

Con ese boxeo rejuvenecido, los teléfonos empezaron a sonar con nuevos rumores para la carrera del filipino. Volvió al MGM Grand, para medirse a Timothy Bradley, venciéndolo en las tarjetas (112-116 x2, 110-118) y haciéndose con el cetro Welter de la OMB. Las estadísticas señalan que Pacquiao lanzó 344 golpes de poder, aterrizando 148 en la humanidad de Bradley Jr. que no supo contener la estrategia de Pacquiao.

Esa noche, las apuestas giraban 2X1 en favor de Manny, y él supo vencer a un campeón que, según la revista Ring, llegaba a ese combate como el #3 libra por libra. El PPV generó más de 7 millones de dólares y, tras perder su campeonato, Bradley reconoció humildemente que “había perdido con uno de los mejores boxeadores del mundo”. Esa noche, Manny destruyó el invicto de 31 victorias de Bradley.

Era toda una figura pública. Todos hablaban de Pacquiao. Estaba de vuelta en la cima y el siguiente rival era Chris Algieri. Había nacido Huntington, New York 30 años antes del combate y tenía todas las ambiciones de derrotar a Pac-man.

La pelea se llevó a cabo en el Cotai Arena de Macao, en una velada que también incluía a Jessie Vargas y a un joven boxeador que realizaba un boxeo exquisito en el ring: Vasiliy Lomachenko.

El resultado de Pacquiao vs Algieri fue un dominio de cada minuto para el campeón del peso welter. Mucha gente cuestionaba que Pacquiao, campeón de ocho divisiones, ya no era noqueador. Su último KO había sido a Miguel Cotto en 2009. Pac-man había ascendido por la potencia de sus manos a la hora de noquear, pero contra Algieri no pudo lucir el tan esperado gope de la fortuna.

Hubo 13.000 personas en el Cotai Arena y Pac-man entregó lo mejor de su boxeo. Las tarjetas marcaron 119-130 (x2) y 120-102, consagrando a un Manny que mandó en seis ocasiones a la lona a un Algieri desconocido. Pacquiao conectó 229 de 669 golpes (34 por ciento), de acuerdo con las estadísticas de golpes de CompuBox , mientras que Algieri conectó solo 108 de 469 golpes (23 por ciento), algunos de los cuales tuvieron algún golpe serio en ellos.

Si bien Pacquiao estaba en un momento formidable, su legendaria carrera necesitaba una proeza más: Enfrentar al #1 del libra por libra: Floyd Mayweather Jr. Cuando le preguntaron a Manny, él sólo pudo responder: «La gente merece esa pelea. Los fanáticos merecen esa pelea. Es hora de hacer que esa pelea suceda. Ha pasado mucho tiempo. Quiero esa pelea. Siempre están negando la pelea. Creo que la pelea tiene que suceder».

Pacquiao vs Mayweather: Héroe y villano sobre el ring.

Fue el primer sábado del mes de mayo en el que ambos se dieron cita dentro del cuadrilátero del MGM Grand. El mundo entero se paralizó como en los mejores tiempos de Muhammad Ali para ver este combate. Era el tema de conversación, era la noticia; lo era todo.

Manny llegaba como un fénix. Recuperado, con un boxeo joven, casi ajeno a su edad. Mayweather, invicto. En el pesaje, Floyd marcó 146 libras, una de diferencia con Manny, que detuvo el señalador en 145 libras.

Floyd ponía en juego sus títulos welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial (AMB), mientras que Manny hará lo propio con el de la Organización Mundial de Boxeo (OMB); el ganador se llevaba también el “Cinturón esmeralda” del CMB. Era la pelea del siglo.

Pac-man llegaba con 36 años, y las casas de apuestas no jugaban a favor del filipino, sino a favor de ‘Money’, quien era, en ese entonces, el atleta mejor pagado del mundo y quizás, el más polémico también.

La hora de la verdad llegó y luego de ver a Jess Hart, Lomachenko y Leo Santa Cruz, el universo se paralizó para poner todos los ojos en el escenario: Era el momento de Pacquiao y Mayweather.

Como era de esperarse para esta pelea que se desarrolló en el MGM de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, ambos peleadores salieron con suma cautela. Las características de ambas se dejaron ver en el primer asalto: Manny, siempre yendo a buscar a Mayweather. El estadounidense, por su parte, siempre esperando y tirando cada vez que la guardia de si rival lo permitía.

La pelea fue televisada en todos los rincones del planeta. Las ráfagas de golpes de Pacquiao aparecieron en el segundo asalto, pero la defensa del norteamericano, en conjunto con sus excelentes movimientos de cintura, impidieron alguna tuviera éxito. De igual forma transcurrió el tercero. Bastante trabado el pleito, puesto que Floyd amarraba seguidamente.

Al final, La ‘pelea del siglo’ fue para Floyd Mayweather. Aunque muchos vieron ganar a Pacquiao, al final las tarjetas de 118-110, 116-112 y 116-112 fueron para el norteamericano que se convirtió así en el rey total del peso welter, quedándose también con el cinturón esmeralda del CMB.

La pelea destruyó los récords de boxeo de todos los tiempos para las compras de pago por visión, los ingresos de pago por visión y la puerta en vivo. Se generaron $ 72,198,500 a partir de la venta de 16,219 boletos en el MGM Grand, y se generaron más de $ 437 millones a partir de un estimado de 4.6 millones de compras pay-per-view.

Tras Mayweather, Pacquiao tomó una pausa de 11 meses para concederle una revancha a Tinothy Bradley Jr, a quien venció por decisión unánime con tarjetas 116-110, derribándolo en el 7mo y 9no asalto.

Esa noche, con 37 años, Pacquiao anunció que no planeaba volver a pelear, pero en noviembre de 2016 volvió para vencer a Jessie Vergas, a quien le arrebató el título mundial welter de la OMB. Esa noche, Pacquiao extendió su legado consiguiendo nuevamente un cetro mundial. Las tarjetas marcaron 118-109 (x2) y 113-114.

El sueño del público era que Floyd volviera a enfrentar a Manny, pero ‘Money’ se encargó de ocultarse en la oscuridad.

La séptima caída

En 2017 se conoció que Jeff Horn (16-0 hasta ese combate) enfrentaría a Pac-man por el título mundial. La pelea se anunció inicialmente en enero de 2017. Sin embargo, para el mes siguiente la pelea estaba en duda. Pacquiao había decidido luchar contra Amir Khan en los Emiratos Árabes Unidos, pero esa lucha fracasó.

Esa noche, Manny cayó por decisión unánime (111-117, 113-115 (x2)). Muchos expertos, boxeadores actuales y anteriores creían que Pacquiao había hecho lo suficiente para retener el título de la OMB. Horn fue el agresor y mostró determinación durante la pelea, casi terminó en el noveno, pero al final fueron las tarjetas quienes definieron el destino final de la lucha.

Recuperación

Parecía que todo estaba perdido en la carrera de Pacquiao. 39 años, sin títulos y sin mucho que ofrecer para algunos. Pero el filipino aún no había terminado. En Julio de 2018, Pac-man enfrentó a ‘La maquina’ Matthysse por el cetro Welter de la AMB. El argentino llegaba con 36 años y un récord de 39 victorias (36 por la vía del KO) y 4 derrotas.

La pelea se desarrolló en Malasia y Pacman, tras 9 años, volvió a noquear.

Pacquiao derribó a Matthysse un total de 3 veces antes de que la pelea fuera detenida. Las caídas se produjeron en las rondas 3, 5 y 7. La caída final fue de un gancho de izquierda después de una combinación. Árbitro Kenny Baylesscomenzó el conteo, deteniendo la pelea a los 2 minutos y 43 segundos después de que Matthysse le escupiera la boquilla. En el momento de la detención, los tres jueces tuvieron la pelea 59-53 a favor de Pacquiao.

Matthysse no tenía excusas, afirmando que perdió ante «un gran luchador y un gran campeón». En la conferencia de prensa posterior a la pelea, Pacquiao confirmó que continuaría en el pugilismo.

Adrien Broner.

En su primera defensa como campeón de la AMB, Manny Pacquiao despertaba muchas dudas: Llegaba con 40 años al cuadrilátero. Pacquiao volvía al MGM Grand Arena, en Las Vegas. En el mismo escenario donde debutó en Estados Unidos. El filipino, en la noche del 20 de enero del 2019 lució como de 20 años, realizando una exhibición exquisita de boxeo, luciendo un estilo joven, con combinaciones en forma de 1-2 que dejaron sin posibilidades a un Adrien Broner que nunca se encontró en el cuadrilátero.

Manny Pacquiao demostró que los años no pasan por él. El filipino se mostró como en sus mejores años, y no dejó mostrarse a un Adrien Broner, que poco ofreció en el cuadrilátero. Los jueces otorgaron 117-111, 116-112, 116-112 para ‘Pacman’, con lo que se llevó la victoria por decisión unánime. Hoy por hoy, sigue siendo amado por todos los aficionados del boxeo y su tiempo sigue vigente.

Por: Huber Bustamante Rebollo. (@huberbust_)

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