Fue hace como tres años. Una verdadera guerra sobre el ring protagonizaron Leo Santa Cruz y Abner Mares, llevándose el primer la victoria nuevamente, en esta ocasión por decisión unánime de 115-113, 116-112 y 117-111, unificando los títulos del peso pluma de la AMB y del diamante del CMB.
El Staples Center de Los Ángeles, con lleno de 12.500 personas fue testigo una batalla campal que dejó casi 2.000 golpes.
Santa Cruz y Mares fueron una fábrica de tirar puños, sin dar muestra de asomo de cansancio. Con puro pundonor, dejando ver una verdadera guerra mexicana, con combinaciones mutuas y buscando el intercambio desde el primer instante.
Ya en el primero el combate anticipada lo que iba a ser la pelea en su desarrollo completo, puesto apenas en los primeros tres minutos Mares salió con una pequeña cortadura en su nariz que no impediría en nada que se expusiera al combate cuerpo a cuerpo.
Fueron, pese a la intensidad, dos estrategias diferentes. Leo Santa Cruz casi siempre buscó el golpe de gracia en la parte superior, aprovechando su mayor alcance en los brazos. Mares, por su parte, buscó mermar el rendimiento de su compatriota con impactos en zona blanda, que hubieran derrumbado a cualquiera, pero no al ‘Terremoto’.
Sin embargo, esto no significaba que las combinaciones y las variantes por lado y lado dejaran de aparecer. Incluso, apenas en el tercer asalto, Santa Cruz conectó una temerosa izquierda que sacudió a Mares y a varios de los espectadores de sus asientos.
Esto hizo que Mares bajara un poco la intensidad, como buscando recuperarse del maltrato que lo dejó por momentos fuera de sus cinco sentidos. Santa Cruz siguió igual de agresivo, ya haciendo apreciar buenos ganchos.
Un par de rounds demoró Mares en reponerse y volver a la acción. Con un segundo aire acorraló a Santa Cruz, quien siempre respondió con vehemencia. Era un verdadero aluvión de golpes, aunque exponiendo la integridad de ambos, lo que se demostró con la cortadura sobre el ojo izquierdo de Santa Cruz con un cabezazo accidental.
La contienda siguió en los llamados rounds de campeonato con una metralla de golpes, en las que ninguno dio su brazo a torcer.
Terminó la pelea y todos en el Staples Center se pusieron en pie para reconocer la guerra brindada por estos dos exponentes del boxeo, quienes se fundían en una abrazo en el centro del ring.
Por: Redacción BDC Internacional – Foto: Showtime
