Otra gran pelea brindaron al público Oscar Negrete y Joshua Franco, esta vez en el Verizon Theatre, de Grand Prairie, en el estado de Texas.
El resultado fue nuevamente un empate, así como en la primera pelea, con cartones de 96-94, 94-96 y 95-95, esta vez menos debatido, reuniendo a todos los espectadores en un fuerte aplauso y a los boxeadores en un caluroso abrazo, aunque las esquinas siguieron con la discusión de qué tan justo fue el marcador.
Los dos primeros rounds fueron para el colombiano, quien tomó a un Franco que aún no entraba en sintonía con el combate y lo puso contra las cuerdas.
Con grandes combinaciones entre zona hepática y parte alta de Joshua, Negrete tuvo incluso al borde del derribo al local, quien aguantó y supo recomponer la táctica para hacerle frente al contrario.
Siguiendo las indicaciones de su esquina, Franco boxeó a Negrete de buena manera, dibujando círculos sobre el ring, manteniéndose alejado del colombiano y entrenado al cuerpo en los momentos justos. Al ver esto, Negrete volvió a trabajar sobre el cuerpo de Joshua, quien en este punto de la reyerta ya aterrizaba mejores golpes.
Mediante iban pasando los rounds los movimientos de pierna de ambos se iban reduciendo y la pelea se hacía más al cuerpo a cuerpo, ambos plantándose en el centro del ensogado y entrando en apasionantes intercambios.
Los golpes volaban, cada uno de ellos llenando el morral de expectativas con el que este pleito llegaba, teniendo en cuenta las dos muy buenas peleas anteriores.
Era difícil dictaminar un ganador y así lo demostraron las tarjetas de los jueces, que dieron empate, dejando el récord de Franco en 15-1-2 y el de Negrete en 18-2-2 y al hijo de Texas con los títulos norteamericano e Internacional de la AMB en el peso gallo.
Por: Jeffry Almarales Nieto
