Manny Pacquiao siente que debe ser una presencia visible, particularmente para los pobres filipinos, durante la pandemia de coronavirus.
«Si usted es un líder, debe ser un líder», dijo Pacquiao. “Tienes que guiar a las personas y dejar que la gente vea que estás con ellas. Crecí pobre. Sé lo que sienten”.
Pacquiao, un senador en su nativa Filipinas, dijo que «no tiene miedo de morir» mientras intenta ayudar a la gente. Pacquiao también expresó su preocupación por el saqueo si las personas que «viven en las calles» no reciben alimentación.
Pacquiao ha hecho numerosas apariciones públicas y ha tratado de tranquilizar a los residentes temerosos de que COVID-19 se extienda aún más.
También ha expresado mucho su apoyo al personal médico que realiza pruebas y trata a los filipinos. Para ayudar a su causa, ha donado cinco autobuses para transportar trabajadores de la salud en Manila, la capital y la segunda ciudad más poblada de Filipinas.
Pacquiao también dijo que está esperando envíos de 50,000 kits de prueba de coronavirus y máscaras médicas de China para ayudar a combatir esta pandemia.
La situación aterradora también ha retrasado indefinidamente el regreso de Pacquiao al ring. Pacquiao, de 41 años, esperaba pelear en algún momento de julio, pero podría no competir hasta más tarde porque el negocio de boxeo básicamente se ha cerrado hasta nuevo aviso.
Por: Redacción BDC Internacional
