El excampeón David Benavídez y el canadiense David Lemieux se vieron las caras en la semana de su combate por el título interino de las 168 libras del Consejo Mundial de Boxeo en Glendale (Arizona) este sábado 21 de mayo.
Mutuo respeto y ninguna posición sobreactuada para promocionar una pelea que tiene más expectativa del lado de Benavídez por ver su condición y más que de por medio hay un título interino creado por el CMB que pudiera en futuro cercano forzar una pelea contra Canelo Ålvarez, de acuerdo a las reglas que se conocen cuando hay un campeón interino en una categoría de cualquier entidad. Eso diría el sentido común, pero a veces este es el menos común de los sentidos.
Que el choque de los David sea por una corona interina haría creer al fanático ocacional que en dicho organismo y peso el campeón titular está lesionado o enfermo, pero no es este el caso. El campeón está ocupado en sus propios dramas, deshojando la margarita, si activa la cláusula de revancha ante el ruso Dmitry Bivol o va por la trilogía ante Gennadiy Golovkin. Hablamos de Canelo Ålvarez.
De cualquier manera, el CMB le da un factor de presión social al ganador de este pleito del sábado en Arizona, del que se presume Benavídez debe salir con la mano alzada, porque la misma gente dirá si es interino (que uno no se explica por qué lo es, pero ya que lo es pues enfréntenlo al titular) y quizás por ahí el CMB obligue a Canelo a pelear contra ‘Bandera Roja’, un choque que tiene una buena cantidad de peticiones para que se dé.
