Belmar Preciado y Miguel Marriaga llegaron la noche del martes a Ciudad de México para seguir con su preparación de cara a sus respectivas peleas en marzo.
Preciado tendrá su debut en Estados Unidos el próximo 17 de marzo, ante el invicto prospecto Michael Conlan, en el marco del Día de San Patricio (Saint Patrick’s Day, en inglés), que es una conmemoración que se realiza esta fecha en nombre de San Patricio de Irlanda, patrón de esta isla ubicada en el noroeste de Europa, y donde hace 28 años Michael Conlan vio la luz.
Además, ser promovido por Top Rank, organizadora del evento, hace que la dificultad para el tolimense se acreciente.
“De eso estoy muy consciente y por eso trabajo más de lo normal, para salir del primer hasta el último round tirando golpes. Estoy consciente que debo arrasar”, comentó Preciado a Boxeo de Colombia.
Sin embargo, y pese a cualquier dificultad, ante todo Preciado aseguró que “es una alegría inmensa porque es un sueño hecho realidad”. “Cuando empecé, nunca imaginé llegar donde he llegado. Estoy motivado, con ganas de seguir trabajando”, añadió.
Pero hace la salvedad de que, aunque reconoce las capacidades de Conlan y su carrera amateur, “no es nada fuera de este mundo”. El irlandés fue medalla de bronce en los Olímpicos del 2012.
“No quiero decir que es inflado, pero sí lo he visto en dos peleas y no es un boxeador fuera de lo normal. Me parece que hablan más de lo que es. Es un boxeador bueno, que tiene triunfos, que va invicto y tiene lo suyo. No es malo, pero tampoco es un fuera de este mundo. Es normal. No voy a enfrentar a una superestrella, es común y corriente”, manifestó.
El peleador de 31 años también aclaró que en las 126 libras se siente cómodo, pese a que su carrera se ha desarrollado mayoritariamente en las 122 libras. La última contienda como peso pluma de Preciado fue en 2018, visitando en Japón a Hiroshige Osawa, cayendo noqueado nueve rounds.
“Las 122 libras las doy con trabajo, no sufro. En los 126 días es más fácil, pero no voy a regalar peso. En Japón fue cambio de horario, la comida no me gustaba. Del día del pesaje a la hora de la pelea no tuve una buena recuperación, porque no comí bien, ni descansé y en el sexto sentí la fatiga”, cerró Preciado.
Por: Jeffry Almarales Nieto