César Cuenca siempre creyó que el mundo del boxeo era injusto con él, después de ganar los títulos superligeros de la Federación Argentina de Boxeo (FAB), Fedecaribe de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), y el Latino de la Organización Mundial de Boxeo, siempre esperó por una oportunidad de título mundial, la cual le era esquiva. Muchas veces pensó en retirase, pero su esposa y su hija le dieron el ánimo necesario para seguir adelante.
Su record es bastante llamativo: ha ganado las 48 peleas disputadas, pero tan sólo 2 han sido por nocaut, lo que quizás influía en las entidades del boxeo para tener otros nombres por encima del de César Cuenca, pero es eso mismo lo que hace que lo llamen ‘El Distinto’.
Su perseverancia y talento lo premiaron el 18 de julio del 2015, cuando en China, luchó contra el local Ik Yang, y tras 12 intensos rounds lo derrotó por decisión unánime y se adueñó de la corona mundial de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
“Estoy muy contento de lograr el título mundial que tanto esperé en mi carrera. Estoy disfrutando a full y después hay que preparase para defenderlo”, señaló César Cuenca desde Argentina, en donde recibió con mucha amabilidad el llamado de Boxeo de Colombia.
Cuando la batalla en China terminó, su entrenador, Mario Tedesco, intentó alzar sus brazos en señal de victoria, pero César no dejó. “Yo me sentí un ganador, sabía que había ganado la pelea, pero tenía miedo de las tarjetas porque el chino estaba de local, ese era el único temor que tenía”.
En estos momentos Cuenca se encuentra descansando, pero no deja de pensar, junto a su entrenador y al promotor Osvaldo Rivero, en la posible fecha y en la baraja de oponentes para su próximo combate. Pero el ‘gaucho’ tiene en claro que quiere “defender en diciembre”. Además planea hacer una buena obra social: “Estoy juntando unas donaciones para llevarlas a una escuelita en donde nací que es muy necesitada. Siempre que puedo llevo donaciones a los chicos de Tres Isletas. Me están esperando. Tener un campeón en mi pueblito querido es un orgullo”.
Después de superar las olas que golpearon su carrera, César de 34 años edad, ya dejó de pensar en el retiro, ahora está seguro que “hay Cuenca para rato”.
Por: Jeffry Almarales Nieto / @JeffryAlmarales
