El estadounidense Shakur Stevenson espera en su contrincante Óscar Valdez un peleador que buscará imponerle la presión acostumbrada y quien tratará de asestarle sus acostumbradios ganchos de izquierda. La declaración se desprende de la rueda de prensa a la que asistieron ambos en el MGM Grand Garden Arena sede de la reyerta por la unificación de las 130 libras en las que estån en juego las coronas de la OMB (Stevenson) y del CMB (Valdez).
«El (Valdez) que espero es el que mete presión, viene con ganchos», fue la respuesta menos ajustada al libreto típico de los peleadores 48 horas antes de sus peleas en la que nadie quiere soltar prenda valiosa que sirve de arsenal en su contra.
A la misma pregunta, Valdez solo atinó a decir:»estoy listo, listo para la pelea». Lo demás fueron las acostumbradas respuestas de «casette» tan conocidas entre los deportistas y en este caso entre boxeadores.
La nota picante vino en el cara a cara cuando Stevenson inició la guerra sicológica buscando meterse en la cabeza de su rival, que igualmente le siguíó la corriente a Stevenson. El campeón de la OMB volvió a hacer lo que le hizo a Jamel Herring cuando este cargaba en su hombro la faja de los superplumas en la pelea anterior: la agarró, como tratando de demostrarle a Valdez que estaba en lugra equivocado. La reacción de Valdez fue la misma. En conclusión, Stevenson puso el ritmo del juego verbal y sicológico de la gran batalla de las 130.
