¡Deontay Wilder lo volvió a hacer! El ‘Bombardero de Bronce’ noqueó de manera impresionante en 2:54 del séptimo asalto –tres rounds menos que en su primer combate en 2018 – en una pelea súper complicada para el campeón, pero que pudo sortear, manteniendo por décima ocasión su cetro pesado del CMB y ampliando su invicto a 42 victorias (41 por nocaut) y un empate.
Quien marcó el ritmo del inicio de la contienda fue Ortiz. Aunque Wilder salió manteniendo la distancia, la izquierda del cubano perforó la guardia contraria en tres ocasiones en las que lastimó y avisó el poder que traía.
Wilder, con mucha paciencia, buscó el espacio para su momento y activó su jab de zurda, aunque nada detuvo a Ortiz de buscar la corta distancia.
Aunque la contienda bajó en revoluciones, Ortiz tuvo un buen cuarto asalto, en donde nuevamente perforó con su zurda en tres ocasiones, dejando contra las cuerdas a un Wilder que no huía al reto, pero que aún no se asentaba del todo en el ring.
El estadounidense no se preocupaba, era consciente que, aunque ya quedaba rezagado en las tarjetas, una sola mano le bastaría para cerrar las acciones.
Así se fueron los rounds, siendo Ortiz el dominador, imponiendo un ritmo de pelea según lo planteado por su esquina, que nunca le permitió dar pasos en retroceso.
Todos esperaban el nocaut del cubano, pero se encontraron con el golpe del campeón. En el ocaso del séptimo episodio, cuando Ortiz medía para meter una zurda temible, Wilder calibró con su derecha endemoniada y con un solo recto destruyó a ‘King Kong’, quien quedó con los ojos puestos en el infinito y sin poder recuperarse tras el conteo.
Finalmente fue celebración para Wilder, quien pese a que no iba bien siempre mantuvo la calma. Y rabia para Ortiz, quien no se perdona perder siendo el que mejor desempeño tenía.
Por: Redacción BDC Internacional
