Por tercera vez, en menos de 16 meses, la defensa del cetro de peso pesado del CMB por parte de Deontay Wilder estaría en veremos. La razón: el cubano Luis Ortiz, contra quien se mediría el 4 de noviembre en Brooklyn, dio positivo en una prueba antidopaje.
El resultado fue confirmado por el presidente del ente rector del pugilismo, Mauricio Sulaimán, quien no dio a conocer nombre exacto de la sustancia prohibida a la cual habría dado positivo en el análisis adelantado por la Asociación Voluntaria Anti-Doping, en el marco del programa ‘Boxeo Limpio’ del CMB.
Tras conocerse esta noticia, el equipo de Ortiz aseguró a los medios de comunicación que este resultado se habría presentado por el consumo de un medicamento para tratar la presión arterial alta y la enfermedad renal en pacientes con diabetes tipo 2, el cual se comercializa bajo el nombre de Losartán.
Hasta el momento no se conoce como esta situación podría afectar el duelo, donde los dos peleadores expondrán su invicto profesional. Es de anotar que con antelación, Wilder le realizó una dura advertencia a Ortiz con relación al consumo de drogas.
El cubano ya había dado positivo por Nandrolone en septiembre de 2014, que le costó el título interino de la AMB en su división, así como una suspensión por ocho meses por parte de la Comisión Atlética del Estado de Nevada.
Meses atrás, a dos rivales de Wilder les fue detectado el consumo de drogas prohibidas. Primero fue Alexander Povetkin en mayo de 2016, cuyo enfrentamiento se canceló horas antes de su realización. Esta situación le valió una indemnización de 5 millones de dólares por daños y perjuicios.
Posteriormente, el polaco Andrzej Wawrzyk marcó positivo a Stanozolo, un esteroide anabólico, por lo que fue reemplazo por Gerald Washington, a quien superaron tras cinco rounds en Birmingham, Alabama.
Por: Redacción BDC Internacional. / Foto: MPSPORTIMAGES.
