Cuando fue su segunda caída consecutiva ante Srisaket Sor Rungvisai por el título del CMB en los supermosca, muchos llevaron al retiro a Román ‘Chocolatito’ González, algo que estuvo cerca de suceder por la manera en que cayó en esa revancha ante el tailandés, pero algo en el nacido en Nicaragua le hizo desistir de esa idea, y retomando fuerzas en casa, comenzó su cruzada para volver a ser uno de los mejores en las 115 libras.
En 2018 tuvo una pelea, lo mismo en 2019, consiguiendo dos victorias que le abrirían el camino hacia la gloria, nuevamente.
El 29 de febrero de 2020, ante Khalid Yafai, invicto en 26 combates y portador del cinturón AMB de los supermosca, Román González renació en la élite del boxeo con una presentación magistral, la cual le hizo merecedor de otro título mundial más.
La campanada inicial fue el llamado a la acción para un Román que no necesitó de round de análisis para abalanzarse con todo su repertorio contra el púgil británico. Un postura firme en el centro del ring y la actitud de enfrascarte en cuanto mano a mano fuera necesario, sorprendió a propios y extraños que no esperaban esa disposición del púgil centroamericano.
Yafai tampoco lo esperaba, razón por la cual nunca pudo sentirse cómodo en el cuadrilátero y con el pasar de los rounds era más evidente. No importaban las indicaciones de su esquina, ya que al momento de salir a proponer, González le recibía con metralla pura y dura, que le hacía retroceder para proteger su humanidad, pero el daño se estaba acumulando, y su físico lo iba a pagar más adelante.
Llegado el octavo asalto, Román lanzó una combinación punzante y potente a zonas blandas y rostro, abrumando a un Khalid que terminó en la lona por el daño recibido, pero posteriormente salvado por el sonar de la campana, aunque solo para alargar lo inevitable.
González salió a cerrar la noche. Sabía que no podía dejar pasar esta oportunidad, más cuando Yafai continuaba visiblemente herido de esa caída, y fue así como decidió mandar un derechazo infernal, lleno de todo ese sufrimiento y esfuerzo acumulado desde aquella derrota ante Rungvisai que hizo de ese golpe del definitivo. No había ser en el planeta tierra que pudiera soportar ese tiro que ‘Chocolatito’ lanzó, y la imagen de Yafai en la lona, mirando al techo del Ford Center at The Star, era el ejemplo perfecto a esa sentencia.
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Nocaut fulminante, el 41 de la carrera profesional para Román Alberto González Luna, quien llegó a 49 victorias, tal vez la más importante de su carrera al convertirse en el nuevo campeón del mundo en las 115 libras en la AMB, cerrando así su cruzada de volver a la cúspide del boxeo, pero al mismo tiempo iniciando otra: la unificación de los supermosca.
Por: Mauro Alfonso París – (@MauroMet94) | Redacción BDC Internacional
