El Staples Center de Los Ángeles, California, se vistió de gala y no por menos. Mike Tyson dejaba el retiro tras 15 años de ausencia y lo hacía para enfrentarse a Roy Jones Jr. en una pelea de exhibición pactada a ocho asaltos, con duración de dos minutos cada uno; y en una lucha donde ‘Iron’ se embolsaría cerca de 10 millones de dólares y Jones alrededor de tres.
La campana sonó y llegó el momento para los exboxeadores. Llamados del retiro y puestos para la acción, salieron con todo a buscarse y atacarse. Tyson soltó sus fuertes golpes sobre un Jones Jr. que fintó y se acomodó con buenos movimientos para eludir los golpes de ‘Iron’.
Mike estuvo activo. Sus golpes eran constantes y buscaba con frecuencia a Roy, quien intentó mantenerlo a la distancia y moviéndose sobre el ring. De vez en cuando, Jones abrazó a Tyson para detener su actuar, pero ‘Iron’ no desaprovechaba momento para soltar su derecha potente.
La exhibición estaba lista. Tyson expuso su calidad sobre el cuadrilátero. Pegaba y rápidamente se movía sobre el ring. Su cadera iba y venía, y era difícil que Jones lo conectara. Mike lucía como de 20. No le pesó su retiro y estaba fresco, buscando el momento para conectar con mejor precisión a su rival.
Por su parte, Roy Jones fue mermándose y su cansancio era notorio. Respiraba por la boca y sus constantes abrazos a Mike para detener los golpes, lo delataban.
Así, terminó la lucha. Ocho asaltos de exhibición llegaron a su fin y no hubo ganador. Ambos brazos fueron levantados por brindar un espectáculo a los aficionados. Dos leyendas del deporte, cara a cara, finalizaron contentos con un empate.
Por: Redacción BDC.
